Se construyen en el límite entre semiplantas. Los ascensores y montacargas de doble embarque, mientras que las escaleras resuelven en un tramo la diferencia con la semiplanta anterior.
Los sectores de programa se diseñan diáfanos. Tanto funcionarios como visitantes comparten un espacio unitario de doble ventilación e iluminación pasante. La posición central de los trabajadores independiza las salas de espera, que se abren al exterior. La diafanidad de la semiplanta hace que tanto visitantes como funcionarios compartan visiones al exterior.
Es el resultado del procedimiento: los círculos base, es decir los que tienen la superficie requerida por cada planta se desplazan del eje para conseguir la superficie necesaria en cada semiplanta. El desarrollo de la rampa en fachada construye la volumetría.